Cuándo comprimir:
* Compartiendo archivos grandes: La compresión es ideal para enviar archivos grandes por correo electrónico o servicios de intercambio de archivos en línea. Se encoge su tamaño, haciéndolos más rápidos de transferir.
* Datos de archivo: Si necesita almacenar archivos a largo plazo y ahorrar espacio, la compresión es valiosa. Esto es especialmente cierto para los archivos más antiguos a los que no accede con frecuencia.
* Copia de seguridad y recuperación: Compresar sus copias de seguridad reduce sus requisitos de almacenamiento, lo que hace que sean más fáciles de administrar y restaurar.
¿Por qué no comprimir todo todo el tiempo:
* Tiempo: La compresión y la descompresión llevan tiempo, incluso con computadoras potentes. La compresión constante podría ralentizar sus flujos de trabajo.
* Overhead: Algoritmos de compresión Agregue un poco de datos adicionales a sus archivos (metadatos). Esto significa que el archivo comprimido es un poco más grande de lo que sería si solo redujera directamente el tamaño.
* Redundancia: Muchos tipos de archivos (como imágenes, videos y audio) ya están comprimidos. Comprimirlos nuevamente puede dar lugar a una reducción de tamaño insignificante e incluso podría reducir la calidad.
* Complejidad: Administrar archivos comprimidos puede ser engorroso si con frecuencia está trabajando con los archivos.
En lugar de comprimir todo, considere estas alternativas:
* Compresión selectiva: Solo comprime los archivos que necesita compartir, archivar o hacer una copia de seguridad.
* Almacenamiento en la nube: Servicios en la nube como Google Drive, Dropbox y OneDrive manejan el almacenamiento y el intercambio de archivos de manera eficiente.
* Herramientas de optimización de almacenamiento: Algunos sistemas operativos y software tienen características incorporadas para identificar y eliminar archivos innecesarios, liberando espacio.
En resumen: La compresión de archivos es una herramienta útil, pero úsela estratégicamente en lugar de convertirla en una tarea de rutina.