He aquí por qué la compresión con pérdida es adecuada para JPEG:
* Reducción significativa del tamaño del archivo: La compresión con pérdida tira cierta información de la imagen. Esto da como resultado tamaños de archivo mucho más pequeños en comparación con la compresión sin pérdidas, que conserva todos los datos originales. Esto es crucial para imágenes web, cámaras digitales y otras aplicaciones donde el almacenamiento y el ancho de banda son limitados.
* Pérdida imperceptible para los ojos humanos: La compresión de JPEG funciona aprovechando cómo los humanos perciben imágenes. Se centra en las áreas de comprimir con menos detalles y variación de color, a las que nuestros ojos son menos sensibles. Esto permite una compresión significativa sin una degradación de calidad notable.
* Formato ampliamente compatible: JPEG es el formato de imagen más utilizado debido a su equilibrio entre la calidad de la imagen y el tamaño del archivo. La mayoría de los software y dispositivos admiten JPEG, lo que lo convierte en un formato estándar para el intercambio de imágenes.
¿Por qué no usar compresión sin pérdidas para JPEGS?
* Tamaños de archivo grandes: La compresión sin pérdidas no descarta ninguna información, lo que lleva a archivos significativamente más grandes. Esto lo haría poco práctico para el uso de Internet, las cámaras digitales y muchas otras aplicaciones.
* Procesamiento más lento: Los algoritmos de compresión sin pérdidas requieren más potencia de procesamiento, lo que los hace más lentos para codificar y decodificar en comparación con los métodos con pérdida.
En resumen:
JPEG utiliza compresión con pérdida para su capacidad para lograr un equilibrio entre la calidad de la imagen y el tamaño del archivo. Proporciona una reducción sustancial del tamaño del archivo sin una degradación visual significativa, lo que lo hace adecuado para varias aplicaciones de imágenes.