Reducir la frecuencia de los mensajes: Puede implicar reducir la cantidad de mensajes de texto o correos electrónicos enviados diaria o semanalmente. En lugar de intercambiar docenas de mensajes de texto a lo largo del día, los amigos deciden ser más intencionales en los momentos en que se conectan.
Optar por la calidad antes que la cantidad: Este concepto enfatiza tener menos interacciones pero hacerlas más sustanciales. Las conversaciones se vuelven más ricas, con menos conversaciones ociosas y sin importancia que llenan los mensajes.
Permitir espacio: Implica crear espacio, darse tiempo mutuamente para extrañarse. Relajarse permite que las personas se pierdan y esperen con ansias las interacciones, en lugar de sentirse constantemente conectados, lo que eventualmente puede resultar en una falta de entusiasmo en ambos lados.