Los sistemas de microondas funcionan enviando ondas de radio en la banda de frecuencia de microondas (300 MHz a 300 GHz) a través del aire. Estas ondas pueden viajar largas distancias sin ser bloqueadas por obstáculos como edificios o árboles. Las ondas de radio se modulan con los datos de vídeo, que luego se demodulan y procesan en el extremo receptor.
Los sistemas de microondas pueden transmitir datos de vídeo a velocidades muy altas, lo que los hace adecuados para aplicaciones que requieren transmisión en tiempo real. También son relativamente seguros, ya que las ondas de radio no se interceptan fácilmente. Sin embargo, los sistemas de microondas pueden verse afectados por las condiciones climáticas, como lluvias intensas o nieve, que pueden interrumpir la señal.