1. Edición de texto: Los procesadores de texto permiten a los usuarios ingresar, editar, formatear y realizar cambios en documentos de texto. Esto incluye funciones básicas como cortar, copiar, pegar, eliminar, insertar, deshacer y rehacer texto. Las funciones avanzadas pueden incluir revisión gramatical y ortográfica, diccionario de sinónimos, autocorrección y predicción de texto para ayudar a refinar el contenido.
2. Formato de texto: Los procesadores de texto ofrecen opciones para formatear el texto de diferentes maneras. Esto incluye cambiar fuentes, tamaños de fuente, colores de fuente, alineación del texto (izquierda, derecha, centro, justificado), estilos de fuente (negrita, cursiva, subrayado, tachado) y espaciado entre caracteres. Los usuarios también pueden aplicar varios efectos de texto, como luces, sombras y contornos.
3. Diseño de página: Los procesadores de texto ofrecen controles para gestionar el diseño de la página. Los usuarios pueden configurar los márgenes de la página, la orientación de la página (vertical u horizontal), el tamaño del papel, el interlineado, la sangría y los encabezados y pies de página. También pueden insertar saltos de página y saltos de sección para dividir el documento en partes lógicas.
4. Integración de gráficos y medios: Los procesadores de texto generalmente permiten a los usuarios insertar imágenes, dibujos, cuadros, gráficos, tablas y otros objetos multimedia en sus documentos. Estos objetos se pueden cambiar de tamaño, posicionar y formatear para mejorar el atractivo visual y transmitir el mensaje de manera efectiva.
5. Colaboración y uso compartido: Los procesadores de texto modernos suelen tener funciones de colaboración integradas. Esto permite que varios usuarios trabajen en el mismo documento simultáneamente, ya sea de forma local o remota a través de servicios basados en la nube. La edición en tiempo real, los comentarios y el control de versiones permiten trabajar en equipo y compartir documentos sin problemas.