Para poner esto en perspectiva, un mecanógrafo promedio puede escribir entre 40 y 60 palabras por minuto. Los mecanógrafos profesionales, con amplia práctica y formación, pueden alcanzar velocidades de entre 80 y 120 palabras por minuto. Personas excepcionales, conocidas como mecanógrafos veloces o campeones de mecanografía, han demostrado velocidades superiores a las 150 palabras por minuto, pero alcanzar las 300 palabras por minuto está más allá de las capacidades humanas.
La velocidad de escritura está influenciada por varios factores, como la familiaridad con la distribución del teclado, la memoria muscular, la coordinación ojo-mano, la práctica y el uso de técnicas de escritura especializadas. Si bien algunos tutores de mecanografía o software afirman enseñar técnicas para alcanzar velocidades tan altas, es esencial ser realista acerca de lo que es física y mentalmente factible para que un ser humano escriba con precisión y coherencia.
En resumen, si bien se han registrado impresionantes logros en la velocidad de mecanografía, superar el umbral de 200 palabras por minuto es muy improbable, y alcanzar 300 palabras por minuto está simplemente más allá de las limitaciones humanas con la comprensión actual de la fisiología humana y las capacidades de procesamiento de información.