Animación es el proceso de crear la ilusión de movimiento mostrando una secuencia de imágenes, dibujos o modelos que cambian gradualmente con el tiempo. Cada imagen es ligeramente diferente de la anterior, de modo que cuando se ven en rápida sucesión, crean la impresión de un movimiento suave y continuo. La animación se puede crear a mano, utilizando técnicas como la animación celular tradicional o la animación stop-motion, o se puede generar digitalmente, utilizando software de animación por computadora.
Simulación es el proceso de crear una representación virtual de un sistema o proceso del mundo real y luego ejecutar esa representación para ver cómo se comporta a lo largo del tiempo. Las simulaciones se utilizan a menudo para estudiar sistemas complejos con los que sería difícil o imposible experimentar en el mundo real, como los sistemas meteorológicos, el cambio climático o la propagación de enfermedades. Las simulaciones también se pueden utilizar para crear efectos visuales realistas en videojuegos y películas.
La principal diferencia entre animación y simulación es que la animación se ocupa principalmente de crear la apariencia de movimiento, mientras que la simulación se ocupa de modelar el comportamiento real de un sistema a lo largo del tiempo. La animación se puede utilizar para crear simulaciones realistas, pero no siempre es necesario hacerlo. Por ejemplo, se puede crear una animación simple de una pelota que rebota sin tener en cuenta la física real del movimiento de la pelota. Por otro lado, una simulación de una pelota que rebota necesitaría tener en cuenta la masa, la velocidad y las fuerzas que actúan sobre ella para poder modelar con precisión su movimiento.
La animación y la simulación son herramientas poderosas que se pueden utilizar para crear contenido visual atractivo e informativo. Sin embargo, es importante comprender las diferencias entre las dos técnicas para poder utilizarlas de forma eficaz.