Accesibilidad :Es posible que las personas con discapacidad auditiva no puedan acceder a la información de audio, a menos que vaya acompañada de transcripciones o señales visuales.
Falta de contexto visual :El contenido de solo audio carece de señales visuales, que pueden ser importantes para transmitir ciertos tipos de información, como relaciones espaciales, diagramas o datos visuales.
Distracciones e interrupciones :El contenido de audio puede verse fácilmente interrumpido por ruido de fondo o distracciones en el entorno del oyente. Esto puede hacer que sea difícil seguir o recordar la información presentada.
Multitarea limitada :La información de audio requiere una escucha concentrada. Esto lo hace menos adecuado para situaciones en las que es necesaria la multitarea.
Almacenamiento y conservación :Los archivos de audio pueden ocupar una cantidad significativa de espacio de almacenamiento, especialmente para grabaciones de alta calidad. Además, preservar el contenido de audio puede requerir equipos o formatos especializados para mantener su integridad a lo largo del tiempo.
Navegación y referencias :El contenido de audio puede ser difícil de navegar o de hacer referencia rápidamente a secciones específicas, en comparación con la información basada en texto que permite desplazarse, buscar y hacer referencias fácilmente.
Requisitos tecnológicos :El consumo de información de audio generalmente requiere dispositivos como auriculares o parlantes, que pueden no siempre estar disponibles o no ser convenientes en determinadas situaciones.
Falta de interactividad :La información de audio suele ser una comunicación unidireccional sin oportunidades inmediatas de interacción o retroalimentación, a diferencia de los formatos multimedia interactivos.
Barreras culturales y lingüísticas :Es posible que el contenido de audio en un idioma en particular no sea fácilmente accesible o comprensible para personas de diferentes orígenes lingüísticos.