Inicialmente, los fotógrafos utilizaban técnicas físicas como el retoque y la aerografía para alterar y mejorar sus fotografías. Quitaban detalles no deseados o agregaban efectos artísticos a mano, usando pinceles y pinturas específicamente diseñados para materiales fotográficos.
Con la llegada de la fotografía digital y el software de edición de imágenes a finales del siglo XX, la edición de fotografías se volvió más accesible y generalizada. La edición de fotografías digitales implica el uso de programas informáticos especializados que permiten a los usuarios manipular, mejorar y transformar fotografías digitales de forma no destructiva.
La disponibilidad de herramientas de edición de fotografías fáciles de usar como Adobe Photoshop ha abierto nuevas vías de creatividad y autoexpresión tanto para fotógrafos como para no fotógrafos, haciendo posible corregir, mejorar y modificar artísticamente imágenes digitales con relativa facilidad.