La máquina de escribir no se extinguió, es una herramienta obsoleta. Su uso ha disminuido significativamente a finales del siglo XX y principios del XXI debido al auge de las computadoras personales y el software de procesamiento de textos. Sin embargo, las máquinas de escribir todavía se utilizan ocasionalmente con fines especializados, como documentos legales o expresión artística.