El acceso físico o engañar al usuario para que lo instale suele ser la forma en que se implementa el software keylogger. Los ciberdelincuentes suelen utilizar técnicas de ingeniería social, correos electrónicos de phishing o enlaces maliciosos para engañar a los usuarios para que descarguen y ejecuten voluntariamente software malicioso, incluidos los registradores de pulsaciones de teclas.
Obtener acceso remoto a una computadora generalmente implica explotar vulnerabilidades en el software o los sistemas operativos, lo que requiere conocimientos y herramientas específicos y, a menudo, cambia rápidamente debido a parches y actualizaciones de seguridad. No es una tarea sencilla para la persona promedio o el hacker ocasional.
Si sospecha que su computadora puede estar infectada con un registrador de teclas o cualquier otro tipo de malware, se recomienda llevar su computadora a un experto en TI profesional o utilizar un software antivirus confiable para escanear y eliminar cualquier amenaza potencial.