Cuando la CPU o GPU de su computadora alcanza una cierta temperatura, comenzará a acelerar su rendimiento para protegerse de daños. Esto puede hacer que tus juegos se ralenticen o tartamudeen.
2. Pérdidas de memoria
Algunos juegos no están muy bien optimizados y pueden provocar pérdidas de memoria. Esto significa que seguirán consumiendo más y más memoria hasta que el ordenador finalmente se agote y empiece a ralentizarse.
3. Fragmentación del disco duro
Cuando guarda archivos en su disco duro, se dividen en partes pequeñas y se almacenan en diferentes ubicaciones. Con el tiempo, estas piezas pueden fragmentarse, lo que puede dificultar que su computadora las lea. Esto puede ralentizar tus juegos, especialmente si requieren cargar muchos datos desde el disco duro.
4. Controladores obsoletos
Los controladores de su computadora son responsables de comunicarse con sus dispositivos de hardware. Si sus controladores están desactualizados, es posible que no puedan comunicarse correctamente con su hardware de juegos, lo que puede causar problemas de rendimiento.
5. Programa malicioso
El malware puede infectar su computadora y ralentizarla. Algunos programas maliciosos pueden atacar específicamente el rendimiento de los juegos.
6. Demasiados procesos en segundo plano
Si tienes muchos programas ejecutándose en segundo plano, pueden consumir recursos del sistema y ralentizar tus juegos.
7. Overclocking
Si has overclockeado tu CPU o GPU, es posible que sea inestable y provoque que tus juegos se bloqueen o se ralenticen.
8. Problemas con el suministro de energía
Si su fuente de alimentación no es lo suficientemente potente, es posible que no pueda proporcionar suficiente energía a sus componentes de juego. Esto puede hacer que se sobrecalienten y reduzcan su rendimiento.
9. Hardware defectuoso
Si tiene hardware defectuoso, puede causar una variedad de problemas, incluido un rendimiento lento en los juegos.
10. Problemas de software
Algunos problemas de software también pueden hacer que tus juegos se ralenticen. Por ejemplo, si tienes una instalación de Windows dañada, puede afectar el rendimiento de tus juegos.