En la arquitectura monolítica, toda la aplicación se construye como una única unidad autónoma. Todos los componentes y características de la aplicación están estrechamente acoplados y empaquetados juntos. Este enfoque fue popular en las primeras etapas del desarrollo de software, pero tiene limitaciones en cuanto a escalabilidad, flexibilidad y mantenibilidad.
2. Arquitectura de microservicios:
La arquitectura de microservicios sigue un enfoque descentralizado donde la aplicación se compone de servicios pequeños e independientes. Cada microservicio es responsable de una funcionalidad o dominio específico de la aplicación y se comunica con otros microservicios a través de API bien definidas. Este estilo de arquitectura promueve la escalabilidad, la agilidad y la flexibilidad, lo que lo hace adecuado para sistemas distribuidos a gran escala.