1. Elija un tema:
Seleccione un tema para su esquema. Puede ser un área temática, un proyecto de investigación o cualquier tema que necesites organizar.
2. Comience con un título:
Escribe el tema como título principal del esquema. Esto da una visión general del tema.
3. Puntos principales:
Identifique los puntos clave o secciones principales de su tema. Estos son los elementos principales que desea discutir o analizar.
4. Subpuntos:
Para cada punto principal, identifique puntos secundarios o subcategorías que respalden o amplíen el punto principal.
5. Detalles de apoyo:
Debajo de cada subpunto, enumere detalles, ejemplos, hechos o argumentos específicos que desee incluir en su esquema.
6. Otros subpuntos:
Si es necesario, puede crear niveles adicionales de subpuntos para desglosar aún más su información en detalles más específicos.
7. Formato:
Utilice sangría para distinguir claramente entre diferentes niveles de títulos y subtítulos.
8. Utilice números y letras:
Asigna números (I, II, III) o letras (A, B, C) a los puntos principales y sus correspondientes subpuntos. Esto ayuda a hacer referencia a áreas específicas más adelante.
9. Utilice palabras clave:
Utilice palabras o frases cortas concisas y relevantes para describir cada punto. Evite oraciones completas para mantener el esquema breve y enfocado.
10. Agregar notas:
Puede incluir notas breves o recordatorios junto con sus puntos para proporcionar contexto o aclaración adicional.
11. Revisar y ajustar:
Repase el esquema y asegúrese de que la organización fluya de manera lógica. Ajuste los puntos que puedan estar fuera de lugar o que necesiten mayor desarrollo.
12. Numeración y viñetas:
Utilice números secuenciales o viñetas para que sea más fácil navegar y hacer referencia a los puntos en su esquema.
13. Guardar e imprimir:
Guarde su esquema como un documento digital o imprímalo como referencia física.
Recuerde, un esquema está destinado a servir como andamio para su trabajo, ayudándolo a organizar sus pensamientos, estructurar su contenido y garantizar una progresión lógica de ideas. Puede resultar especialmente útil al escribir ensayos, informes, presentaciones o cualquier contenido organizado escrito o hablado.