Así es como funcionan las células pasivas:
Cuando se ingresa una fórmula o función en una celda, la celda se vuelve pasiva.
Si alguna de las celdas a las que hace referencia la fórmula en la celda pasiva cambia, la celda pasiva actualizará automáticamente su valor en función de los nuevos valores en las celdas a las que se hace referencia.
Este recálculo se realiza continuamente en una hoja de cálculo, lo que garantiza que las celdas pasivas siempre muestren los resultados más actualizados según los valores actuales de las celdas a las que se hace referencia.
Las celdas pasivas son útiles para crear hojas de cálculo dinámicas donde los resultados se actualizan automáticamente a medida que cambian los datos de entrada. Eliminan la necesidad de realizar cálculos manuales y garantizan que los valores mostrados en la hoja de cálculo sean precisos y reflejen los últimos cambios en los datos.
Ejemplos de células pasivas:
Una celda que calcula las ventas totales de un producto haciendo referencia a los valores de ventas individuales en varias celdas.
Celda que muestra el recuento de inventario actual de un artículo restando la cantidad vendida del valor del inventario inicial.
Celda que calcula la puntuación media de un alumno en función de las calificaciones obtenidas en diferentes exámenes.
Una celda que utiliza la función SI para mostrar un mensaje basado en una condición lógica o comparación entre dos valores.
Al utilizar celdas pasivas en hojas de cálculo, puede crear herramientas poderosas para análisis de datos, pronósticos, elaboración de presupuestos y otros cálculos que requieren actualizaciones dinámicas basadas en datos cambiantes.