Errores de entrada de datos: Estos ocurren cuando los usuarios escriben mal o ingresan datos incorrectos en las celdas de la hoja de cálculo. Los ejemplos comunes incluyen errores tipográficos, problemas de formato o ingresar números en formato de texto en lugar de numérico.
Errores de fórmula: Los errores en las fórmulas suelen deberse a una sintaxis incorrecta, a referencias a celdas inexistentes o a referencias circulares. Cuando una fórmula encuentra un error, puede mostrar un mensaje de error específico o devolver un resultado incorrecto.
Errores lógicos: Los errores lógicos ocurren cuando las fórmulas se configuran incorrectamente o usan una lógica incorrecta. Por ejemplo, intentar dividir por cero, utilizar tipos de datos incompatibles en los cálculos o aplicar fórmulas que no coincidan con el propósito previsto puede provocar errores lógicos.
Corrupción de archivos: La corrupción de archivos puede ocurrir debido a varias razones, como cortes repentinos de energía, fallas de hardware o ataques de malware. Los archivos dañados pueden contener errores e inconsistencias, lo que hace que la hoja de cálculo sea inutilizable o propensa a errores.
Formato inconsistente: El formato incoherente puede provocar errores cuando las fórmulas dependen de un formato específico. Por ejemplo, si las celdas con números reciben formato de texto sin darse cuenta, los cálculos que involucran esas celdas pueden producir resultados incorrectos.
Compatibilidad de versiones: Pueden surgir errores al utilizar hojas de cálculo creadas en diferentes versiones de software de hojas de cálculo. Es posible que algunas funciones, fórmulas o formatos no sean totalmente compatibles, lo que genera errores al abrir el archivo en una versión diferente.
Errores de datos externos: Si una hoja de cálculo se conecta a fuentes de datos externas (por ejemplo, otros libros de trabajo, bases de datos), los cambios o errores en los datos externos pueden causar errores o inconsistencias en la hoja de cálculo.
Errores de la cadena de cálculo: Cuando las hojas de cálculo contienen cadenas complejas de cálculos o dependencias, los errores en una celda pueden propagarse por toda la cadena, afectando la precisión de las fórmulas y resultados relacionados.
Es fundamental comprobar periódicamente si hay errores en las hojas de cálculo, especialmente cuando se trata de datos o cálculos críticos, para garantizar la precisión y confiabilidad de la información que proporcionan.