Las tácticas de savia subterránea se emplearon de manera destacada durante los siglos XVI y XVII, particularmente en Europa, donde los asedios a las fortalezas eran comunes. Estos son los elementos clave y el proceso de las savias subterráneas:
1. Planificación: Antes de iniciar una excavación, los ingenieros y líderes militares planifican cuidadosamente el diseño y la dirección de la trinchera para evitar obstáculos y alcanzar puntos estratégicos debajo de las fortificaciones enemigas.
2. Excavando la savia: Unidades especializadas de zapadores, a menudo compuestas por mineros expertos, comienzan a extraer la savia. La savia suele ser estrecha y normalmente sólo permite que uno o dos soldados trabajen simultáneamente. Para mantener el sigilo, el proceso de excavación suele ser lento y cauteloso.
3. Soporte de madera: A medida que la savia avanza más profundamente en el suelo, se utilizan soportes de madera, como vigas y marcos, para reforzar las paredes de la zanja y evitar que se derrumbe.
4. Avanzando lentamente: Los soldados hacen avanzar la savia excavando, generalmente durante la noche para minimizar el riesgo de ser detectados por las fuerzas enemigas. El proceso suele ser metódico y los soldados rotan en turnos para garantizar un trabajo continuo.
5. Colocación de explosivos: Una vez que la savia llega debajo de la fortificación o muro objetivo, se colocan cargas explosivas, como pólvora u otros materiales inflamables. Las cargas están cuidadosamente colocadas para maximizar su impacto destructivo.
6. Detonación: Luego se encienden los explosivos, provocando una detonación controlada que colapsa o rompe las defensas del enemigo. Esto permite que las tropas atacantes entren y asalten la posición debilitada.
7. Contrasaqueo: Los defensores solían utilizar operaciones de contrasaqueo para combatir los savias subterráneas. Las fuerzas defensoras podrían cavar sus propias savias para interceptar y destruir los túneles de los atacantes o colocar explosivos para colapsar sus minas.
8. Importancia táctica: Las savias subterráneas desempeñaron un papel fundamental en la guerra de asedio al permitir a los atacantes comprometer las fortificaciones enemigas de forma segura y con mayores posibilidades de éxito. Sin embargo, no estaban exentos de riesgos, ya que el colapso de las trincheras y las contramedidas enemigas siempre eran peligrosos para los zapadores.
En las operaciones militares modernas, los avances en la tecnología y el uso de maquinaria pesada han reemplazado en gran medida los métodos tradicionales de savia subterránea, pero el concepto sigue siendo importante como táctica histórica que influyó en el resultado de muchas batallas y contribuyó a la evolución de la guerra de asedio.