* Conflicto de recursos: Ambos programas ofrecen protección en tiempo real, lo que significa que constantemente escanean su sistema en busca de amenazas. Ejecutarlos puede conducir a conflictos y agotamiento de recursos, ralentizando su computadora.
* Redundancia: Ambos programas proporcionan características similares como antivirus, firewall y protección de malware. Tener ambos en funcionamiento podría crear redundancia innecesaria.
* potencial de interferencia: Ambos programas pueden interferir con los procesos de los demás, lo que lleva a un comportamiento inesperado, una efectividad reducida o incluso a la inestabilidad del sistema.
El mejor enfoque:
* Use Norton como su solución de seguridad principal. Norton es una suite de seguridad integral que ofrece características avanzadas que podrían no estar disponibles en Windows Defender.
* Desactivar el defensor de Windows. Puede deshabilitar Windows Defender a través de la aplicación de seguridad de Windows en la configuración de Windows. Esto asegurará que Norton pueda operar sin ninguna interferencia.
Nota importante: Deshabilitar el defensor de Windows podría hacer que su computadora sea más vulnerable si Norton no detecta amenazas. Asegúrese de comprender los riesgos antes de deshabilitarlo.
Considere estas alternativas:
* Use el firewall incorporado de Norton. El firewall de Norton es típicamente lo suficientemente robusto como para manejar sus necesidades de seguridad.
* Si le preocupa usar solo Norton, intente otro programa antivirus de buena reputación como Bitdefender o Kaspersky.
* Siempre actualice su software antivirus regularmente para la última protección.
En última instancia, el mejor enfoque es elegir una solución de seguridad y usarla de manera consistente.