Más del 85 por ciento de los adultos de EE. UU. posee un teléfono celular, el 75 por ciento de los cuales admite nunca pasar una hora de vigilia sin él. Teniendo en cuenta que las personas usan estos dispositivos móviles útiles para mucho más que solo hablar con los demás, como tomar fotos, enviar y recibir mensajes de texto, obtener indicaciones para llegar en automóvil, acceder a Internet, jugar, ver videos y escuchar música. tuvo un impacto en la vida de las personas no es una gran revelación. Sin embargo, lo que podría no ser tan obvio es el impacto que los teléfonos celulares han tenido en la calidad de vida de las personas al reducir las tasas de delincuencia.
Drogas locales en la delincuencia
Porque sería difícil corroborar una correlación directa entre el uso de teléfonos celulares y aumentos o caídas en la actividad criminal, las estadísticas nacionales sobre si los dispositivos móviles han afectado el crimen no son fáciles de obtener. Sin embargo, varias agencias de aplicación de la ley en los niveles locales están de acuerdo en que los teléfonos celulares han sido fundamentales para dar un mordisco al crimen sin precedentes. Entre estas agencias se encuentra el Departamento de Policía de San Diego, que otorga crédito total al uso del teléfono celular por una caída del 4.7 por ciento en los delitos mayores. En Oregon, el número de arrestos en accidentes de atropello y huida ha aumentado sustancialmente, gracias a los automovilistas que toman fotografías de las placas de los delincuentes o las leen a los despachadores del 911.
El factor disuasorio
La policía atribuye las caídas en las tasas de criminalidad a la voluntad de las personas de contactar a las autoridades usando sus teléfonos celulares, lo que ha mejorado los tiempos de respuesta de los departamentos de policía. Esta dinámica ha actuado como un elemento disuasorio para los posibles delincuentes, que ahora lo piensan dos veces antes de cometer delitos en un área donde podrían ser vistos. Apoyando esta teoría hay innumerables secuestros de niños frustrados por alguien con un teléfono celular. En dos incidentes separados en Avondale, Arizona, un presunto depredador sexual se acercó a un niño de 11 años y una niña de 13 años, que huyeron cuando los niños produjeron teléfonos celulares para pedir ayuda.
Esfuerzos organizados
A pesar del efecto inherente de los teléfonos celulares en la reducción de la actividad criminal, varios grupos de vigilancia del crimen en los Estados Unidos han llevado la idea a un nivel más alto y más organizado, con resultados alentadores. El Proyecto de Vigilancia Celular de Vecindarios del Condado de Dade, que fue pionero del esfuerzo nacional con un experimento de 12 meses en 1995, anima activamente a los ciudadanos de 11 vecindarios de Florida a usar sus teléfonos celulares como herramientas para combatir el crimen e informar cualquier actividad criminal potencial que observen. Desde que comenzó el programa, la cantidad de robos en el área ha disminuido un 33 por ciento, los robos han disminuido un 24 por ciento y los robos han disminuido un 9 por ciento. Además, un estudio realizado por la Universidad Internacional de Florida concluyó que el uso de teléfonos celulares ha resultado en que los residentes se sientan más seguros y aumenten su moral al hacerles sentir que tienen una mano en la protección de sus vecindarios.
El inconveniente
Aunque Los teléfonos celulares han demostrado ser fundamentales para reducir la delincuencia, también han contribuido a su creación. Los teléfonos inteligentes de alto precio se han convertido en un producto de moda en el mercado negro internacional, lo que resulta en un número creciente de robos cada año. En Australia, más de 40,000 teléfonos celulares son reportados como robados cada año, mientras que en el Reino Unido, 228 teléfonos celulares son robados cada hora. En los Estados Unidos, una de cada tres personas ha perdido teléfonos celulares a ladrones; El problema es particularmente grave en Nueva York, Los Ángeles y Miami, donde la mitad de los residentes fueron víctimas en algún momento. Pero los teléfonos celulares no están siendo robados solo por su valor monetario. La información que tienen los convierte en herramientas útiles en los delitos de robo de identidad, que afectan a aproximadamente 10 millones de residentes estadounidenses cada año. Además, en los últimos años, los teléfonos celulares han desempeñado papeles en incidentes de ira, casos de acoso y delitos de acoso.
[El impacto de los teléfonos celulares en el crimen] URL: http://www.ordenador.online/computadora/t/242065.html