2. La aplicación necesita privilegios administrativos: Algunas aplicaciones requieren privilegios administrativos para ejecutarse. Si el acceso directo no está configurado para ejecutarse con privilegios administrativos, Windows no podrá iniciarlo.
3. Es posible que la aplicación esté dañada. Las aplicaciones pueden dañarse por diversos motivos, como infección de malware, cortes de energía o apagado abrupto del sistema. Si una aplicación está dañada, es posible que no se ejecute en absoluto o que se comporte de forma inesperada.
4. Conflicto con antivirus o firewall: En ocasiones, el software antivirus o firewall puede interferir con la ejecución de determinadas aplicaciones.
5. Recursos del sistema insuficientes :Dependiendo de los requisitos de la aplicación que intenta ejecutar, es posible que su sistema no tenga suficiente memoria disponible u otros recursos del sistema para admitir su ejecución.