Cuando se adelanta un proceso, el sistema operativo guarda en la memoria el estado actual del proceso, como sus valores de registro, punteros de memoria y contador de programa. Luego carga el estado guardado del proceso de mayor prioridad y comienza a ejecutarlo. El proceso adelantado se coloca en un estado de espera hasta que pueda reanudarse más tarde.
La preferencia es un mecanismo crucial en los sistemas operativos multitarea, que permiten que múltiples procesos se ejecuten simultáneamente en una sola CPU. Garantiza que ningún proceso pueda ocupar indefinidamente la CPU, evitando que se ejecuten otros procesos. Esto permite una asignación de recursos más justa, una mejor capacidad de respuesta a las aportaciones del usuario y una ejecución eficiente de tareas urgentes.
La preferencia a menudo se implementa mediante interrupciones de hardware o temporizadores basados en software. Cuando ocurre una interrupción, el sistema operativo obtiene el control de la CPU y puede realizar un cambio de contexto, guardando el estado del proceso actual y cargando el estado del proceso de mayor prioridad. Este proceso suele ser muy rápido y se produce sin problemas y sin ningún impacto perceptible en el usuario.
En general, la preferencia es una característica esencial en los sistemas operativos que permite la multitarea eficiente, la gestión de recursos y la priorización de procesos, asegurando que el sistema pueda responder rápidamente a los cambios en la carga de trabajo y las demandas de los usuarios.