1. Haga una copia de seguridad de sus datos: Antes de comenzar el proceso de degradación, asegúrese de haber realizado una copia de seguridad de todos sus datos importantes. Esto es crucial ya que la degradación borrará todos sus archivos y configuraciones.
2. Cree un medio de instalación de Windows 7: Necesitará un medio de instalación de Windows 7 de arranque, como un DVD o una unidad USB. Puede crear este medio utilizando el archivo ISO de Windows 7 y una herramienta de creación de medios.
3. Arranque desde el medio de instalación de Windows 7: Una vez que haya creado el medio de instalación, insértelo en su computadora y arranque desde allí. Asegúrese de que su computadora esté configurada para arrancar desde el dispositivo apropiado en la configuración del BIOS.
4. Comience el proceso de instalación: Se iniciará el asistente de instalación de Windows 7. Siga las instrucciones que aparecen en pantalla para completar el proceso de instalación. Proporcione su clave de producto cuando se le solicite.
5. Formatee la unidad: Durante la instalación, es posible que se le solicite que formatee la unidad donde se instaló Windows 8.1. Seleccione la opción para formatear la unidad. Este paso borrará todos los archivos y datos del disco, así que asegúrese de haber hecho una copia de seguridad de sus datos.
6. Completa la instalación: Continúe siguiendo las instrucciones del asistente hasta que se complete la instalación de Windows 7. Su computadora se reiniciará varias veces durante el proceso.
7. Instalar controladores: Después de la instalación, es posible que necesites instalar controladores adicionales para los componentes de hardware de tu computadora, como tu tarjeta de red y tu tarjeta gráfica. Estos controladores se pueden encontrar en el sitio web del fabricante.
8. Transferir datos: Una vez que Windows 7 esté en funcionamiento, puede transferir sus archivos respaldados desde Windows 8.1 al nuevo entorno de Windows 7.
Tenga en cuenta que la degradación de Windows 8.1 a Windows 7 no siempre es sencilla y puede encontrar problemas de compatibilidad con cierto software y hardware. Se recomienda considerar cuidadosamente las implicaciones antes de degradar y asegurarse de comprender completamente el proceso. Si no está seguro o tiene dificultades, puede ser mejor buscar ayuda de un amigo experto en tecnología o de un técnico de TI profesional.