El modo de juego es una función de Windows 11 que optimiza su PC para jugar asignando más recursos a los juegos y reduciendo los procesos en segundo plano. Para habilitar el modo de juego, presione la tecla Windows + G para abrir la barra de juegos de Xbox, luego haga clic en el icono de engranaje "Configuración". En la pestaña "General", asegúrese de que la opción "Habilitar modo de juego" esté activada.
2. Actualice sus controladores de gráficos
Asegúrese de tener instalados los controladores de gráficos más recientes para su tarjeta gráfica. Puede encontrar los controladores más recientes en el sitio web del fabricante de su tarjeta gráfica.
3. Desactiva los programas en segundo plano innecesarios
Cierra todos los programas que no necesites ejecutar en segundo plano mientras juegas. Esto liberará recursos del sistema y mejorará el rendimiento de los juegos.
4. Desfragmenta tu disco duro
Desfragmentar su disco duro puede ayudar a mejorar el rendimiento de los juegos al reducir la cantidad de tiempo que le toma a su PC acceder a los archivos del juego. Para desfragmentar su disco duro, abra el Explorador de archivos, haga clic derecho en su disco duro y seleccione "Propiedades". Haga clic en la pestaña "Herramientas", luego haga clic en el botón "Optimizar".
5. Utilice una conexión por cable
Si es posible, utilice una conexión por cable a su enrutador en lugar de una conexión inalámbrica. Esto proporcionará una conexión más rápida y estable para jugar.
6. Overclockea tu CPU y GPU
Hacer overclocking en tu CPU y GPU puede mejorar el rendimiento de los juegos al aumentar sus velocidades de reloj. Sin embargo, el overclocking también puede anular la garantía y hacer que su PC se vuelva inestable. Solo overclockea tu CPU y GPU si sabes lo que estás haciendo.
7. Instalar un SSD
Si su PC aún no tiene un SSD, instalar uno puede mejorar significativamente el rendimiento de los juegos. Los SSD son mucho más rápidos que los discos duros tradicionales, por lo que pueden cargar archivos de juegos mucho más rápidamente.