1. Utilice una conexión por cable. Si es posible, conecte su Xbox a su enrutador con un cable Ethernet. Esto proporcionará una conexión más rápida y estable que Wi-Fi.
2. Cierre las aplicaciones en segundo plano. Si tiene muchas aplicaciones ejecutándose en segundo plano, pueden consumir el ancho de banda de su red. Intenta cerrar cualquier aplicación que no necesites mientras descargas un juego.
3. Reinicie su Xbox y su enrutador. Un simple reinicio puede ayudar a solucionar cualquier problema temporal de la red.
4. Actualiza el firmware de tu Xbox. Asegúrese de que su Xbox esté ejecutando el firmware más reciente. Las nuevas actualizaciones de firmware a menudo pueden incluir mejoras en el rendimiento de la red.
5. Cambie su configuración de DNS. Cambiar la configuración de DNS a veces puede ayudar a mejorar la velocidad de descarga.
6. Acerque su Xbox al enrutador. Si vives en una casa muy grande (o estás usando Wi-Fi), intenta mover tu Xbox (o enrutador lo más posible para recibir una intensidad de señal más fuerte).
Si sigue estos consejos, puede ayudar a aumentar la velocidad de descarga en la aplicación Xbox para Windows 11.