1. Procesos y servicios en segundo plano :Demasiados procesos o servicios en segundo plano pueden consumir recursos del sistema y ralentizar su computadora. Para gestionar estos:
- Presione Ctrl + Mayús + Esc para abrir el Administrador de tareas.
- En la pestaña "Procesos", verifique si hay un uso elevado de CPU o memoria.
- Haga clic derecho en cualquier proceso innecesario y seleccione "Finalizar tarea".
2. Programas de inicio :Algunos programas pueden configurarse para iniciarse con Windows, lo que puede ralentizar el proceso de inicio y el rendimiento general. Para administrar programas de inicio:
- Presione la tecla de Windows + R , escriba msconfig y presione Entrar para abrir la ventana Configuración del sistema.
- Vaya a la pestaña "Servicios" y desmarque los servicios no esenciales que no necesite.
- Cambie a la pestaña "Inicio" y desmarque cualquier programa que no desee que se inicie automáticamente.
3. Problemas con la unidad de disco duro (HDD) :Si todavía estás usando un HDD tradicional en lugar de una unidad de estado sólido (SSD), podría ser la causa de las desaceleraciones. Los HDD son más lentos que los SSD. Considere actualizar a un SSD para obtener un rendimiento más rápido.
4. Falta de espacio de almacenamiento :El espacio de almacenamiento insuficiente puede provocar ralentizaciones. Verifique el espacio disponible en su disco duro principal y asegúrese de que tenga al menos entre un 10 y un 15 % de espacio libre.
5. Malware o Virus :Una infección de virus o malware puede ralentizar su sistema. Asegúrese de que su programa antivirus esté actualizado y realice un análisis completo del sistema para eliminar cualquier software malicioso.
6. Controladores obsoletos :Los controladores obsoletos para dispositivos de hardware pueden provocar problemas de rendimiento. Actualice los controladores desactualizados desde el sitio web del fabricante respectivo.
7. Overclocking :Si su CPU o tarjeta gráfica está overclockeada, intente restablecer la configuración de overclock a los valores predeterminados. El overclocking a veces puede provocar inestabilidad y ralentizaciones.
8. Restaurar sistema :Si recientemente instaló software nuevo o realizó cambios importantes en su sistema, intente realizar una restauración del sistema a un punto anterior a que comenzaran los problemas.
9. Actualización de Windows :Compruebe si hay actualizaciones de Windows pendientes. La instalación de las últimas actualizaciones puede corregir errores y mejorar el rendimiento.
10. Instalación limpia :Si todo lo demás falla, considere realizar una instalación limpia de Windows 11 para solucionar cualquier problema subyacente y comenzar con un sistema nuevo.
Recuerde reiniciar su computadora después de realizar cambios para observar las mejoras. Si la desaceleración persiste, es posible que desees considerar consultar con un profesional tecnológico o comunicarte con el soporte técnico de Microsoft para obtener más ayuda.