Actualice sus controladores de gráficos. Asegúrese de tener instalada la última versión de sus controladores de gráficos. Puede descargar los controladores más recientes desde el sitio web del fabricante.
Cierre los programas innecesarios. Antes de iniciar Apex Legends, cierre todos los programas innecesarios que se estén ejecutando en segundo plano. Esto liberará recursos del sistema y mejorará el rendimiento.
Optimiza la configuración del juego. Apex Legends tiene una variedad de configuraciones en el juego que puedes ajustar para mejorar el rendimiento. Algunas de las configuraciones más importantes a considerar son:
* Presupuesto de transmisión de texturas: Esta configuración determina la cantidad de VRAM que se utiliza para las texturas. Si tiene una cantidad limitada de VRAM, es posible que desee reducir esta configuración.
* Suavizado: Esta configuración reduce los bordes irregulares de los objetos, pero también puede consumir mucho rendimiento. Si tiene FPS bajos, es posible que desee reducir esta configuración.
* Vsync: Esta configuración sincroniza la velocidad de fotogramas de tu juego con la frecuencia de actualización de tu monitor. Si tiene un monitor con una frecuencia de actualización alta, es posible que desee habilitar esta configuración.
Haz overclock en tu CPU y/o GPU. Hacer overclocking en tu CPU y/o GPU puede mejorar el rendimiento, pero también puede ser riesgoso. Si no se siente cómodo con el overclocking, no debería intentarlo.
Habilite el modo Juego en Windows 10. El Modo Juego es una característica de Windows 10 que puede mejorar el rendimiento en los juegos. Para habilitar el modo de juego, vaya a la aplicación Configuración y seleccione Juegos.
Instala las últimas actualizaciones de Windows 10. Microsoft publica periódicamente actualizaciones para Windows 10 que incluyen mejoras de rendimiento. Asegúrese de tener instaladas las últimas actualizaciones.