Durante un arranque en caliente, la fuente de alimentación de la computadora permanece encendida y los componentes de hardware, como la CPU, la memoria y los dispositivos de almacenamiento, continúan recibiendo energía. Se finalizan el sistema operativo y todos los programas en ejecución y se borra la memoria (RAM) de la computadora. Luego, el BIOS (sistema básico de entrada/salida) reinicia el hardware, carga el sistema operativo desde el dispositivo de almacenamiento y lo inicia nuevamente.
La principal ventaja de un arranque en caliente sobre un arranque en frío es el menor tiempo que lleva reiniciar la computadora. Dado que la fuente de alimentación y los componentes de hardware ya están activos, el proceso de inicio en caliente puede completarse mucho más rápido que un inicio en frío, lo que permite al usuario volver a trabajar o continuar usando la computadora más rápidamente.
Las botas calientes pueden resultar útiles en diversas situaciones, como por ejemplo:
1. Recuperación de problemas de software: Si una computadora tiene problemas de software, un arranque en caliente puede ser suficiente para resolver los problemas sin la necesidad de apagar completamente el sistema.
2. Solución de conflictos de hardware: Los arranques en caliente pueden ayudar a identificar conflictos de hardware al probar si un componente específico está causando problemas cuando se recarga durante el reinicio.
3. Aplicación de actualizaciones de software: Algunas actualizaciones de software pueden requerir un arranque en caliente para que surtan efecto, ya que pueden implicar modificaciones en la memoria del sistema operativo o en la configuración del sistema.
4. Reinicios rápidos: Si un usuario desea reiniciar rápidamente su computadora para actualizar el sistema operativo o limpiar la memoria, un arranque en caliente puede ser una alternativa más rápida a un arranque en frío.
Vale la pena señalar que, si bien los arranques en caliente son generalmente seguros, no deben usarse como reemplazo de los apagados regulares y los arranques en frío. Realizar periódicamente un apagado completo del sistema permite que el hardware de la computadora, incluida la fuente de alimentación y los ventiladores de refrigeración, descanse y solucione los posibles problemas que puedan surgir del funcionamiento continuo.
En resumen, un arranque en caliente es el proceso de reiniciar una computadora sin apagarla por completo. Ofrece reinicios más rápidos en comparación con los arranques en frío y es útil para solucionar problemas de software, aplicar actualizaciones y actualizar el sistema operativo. Sin embargo, los arranques en frío regulares siguen siendo importantes para mantener la salud general del hardware de una computadora.