En comparación con Windows, que domina el mercado de sistemas operativos de escritorio, Mac OS X tiene una baja participación de mercado, lo que hace menos atractivo para los desarrolladores de juegos invertir su tiempo y recursos en el desarrollo de juegos específicamente para Mac.
Desafíos técnicos:
Debido a la naturaleza cerrada de la plataforma Mac y ciertas limitaciones de hardware, portar juegos de otros sistemas operativos a Mac OS X puede ser un desafío técnico y llevar mucho tiempo.
Soporte limitado:
A diferencia de Windows, Mac carece de DirectX, una API multimedia y de gráficos ampliamente utilizada. Si bien existen alternativas como OpenGL y Vulkan, muchos desarrolladores de juegos están más familiarizados con DirectX, lo que les lleva a preferir desarrollar para Windows.
Falta de herramientas y recursos para desarrolladores:
En comparación con Windows, hay menos herramientas de desarrollo, bibliotecas y recursos disponibles para el desarrollo de juegos para Mac OS X. Esto puede hacer que sea más difícil para los desarrolladores crear juegos para la plataforma.
Centrarse en otras plataformas:
Las empresas de desarrollo de juegos a menudo priorizan el desarrollo para plataformas más adoptadas, como Windows y consolas, debido a la mayor audiencia e ingresos potenciales.