La dirección MAC de un dispositivo está grabada en su hardware y no se puede cambiar. Esto hace posible que los administradores de red rastreen e identifiquen dispositivos individuales en una red.
Las direcciones MAC se utilizan junto con las direcciones IP para comunicarse en una red. Cuando un dispositivo de red envía un paquete de datos, incluye su dirección MAC como dirección de origen. El dispositivo de destino utiliza la dirección MAC para determinar en qué interfaz de red recibir el paquete.
Las direcciones MAC también se utilizan en la seguridad de la red. Por ejemplo, un administrador de red puede configurar un conmutador de red para permitir que solo los dispositivos con una dirección MAC específica se conecten a la red. Esto puede ayudar a evitar que dispositivos no autorizados accedan a la red.