Buscar actualizaciones de software: Asegúrese de tener las últimas actualizaciones de software para su Mac. Las actualizaciones suelen incluir mejoras de rendimiento y correcciones de errores que pueden ayudar a acelerar su sistema.
Administrar programas de inicio: Demasiados programas ejecutándose al inicio pueden ralentizar el proceso de inicio. Vaya a Preferencias del sistema> Usuarios y grupos> Elementos de inicio de sesión y desmarque los programas innecesarios que no necesita que se inicien automáticamente.
Optimizar el espacio de almacenamiento: Si el almacenamiento de tu Mac está casi lleno, puede ralentizar el rendimiento. Intente liberar espacio eliminando archivos innecesarios, vaciando la papelera y moviendo archivos grandes a una unidad externa.
Usar el Monitor de actividad: Activity Monitor le permite ver qué procesos se están ejecutando en su Mac y cuánto uso de CPU, memoria y disco están consumiendo. Utilice esta herramienta para identificar cualquier programa que consuma muchos recursos y que pueda estar ralentizando su Mac.
Restablecer NVRAM: Restablecer la NVRAM (memoria de acceso aleatorio no volátil) a veces puede resolver problemas de inicio y mejorar el rendimiento. Para hacer esto, apague su Mac, luego presione y mantenga presionadas las teclas Opción + Comando + P + R simultáneamente durante unos 20 segundos.
Considere una actualización de hardware: Si su Mac tiene varios años, puede que sea el momento de actualizar el hardware, especialmente si tiene un disco duro lento. Actualizar a una unidad de estado sólido (SSD) puede mejorar significativamente los tiempos de inicio y apertura de archivos.
Póngase en contacto con el soporte técnico de Apple: Si el problema persiste después de intentar los pasos anteriores, se recomienda comunicarse con el Soporte técnico de Apple para obtener más ayuda. Pueden ejecutar diagnósticos y proporcionar soluciones adicionales basadas en su modelo y configuración de Mac específicos.