1. Cierra todas las ventanas abiertas de Safari, incluidas las pestañas fijadas o las ventanas de pantalla completa.
2. Detiene todas las descargas activas y procesos del sitio web.
3. Borra los datos temporales almacenados por Safari, como el caché del sitio web y las cookies. Esto ayuda a mejorar el rendimiento y la privacidad al eliminar datos potencialmente obsoletos o corruptos.
4. Se desconecta de cualquier websocket activo o conexión en vivo a sitios web.
5. Guarda la sesión de navegación actual, incluidas las pestañas abiertas y el historial de navegación, para permitir una reanudación rápida durante el próximo inicio de Safari.
6. Libera recursos del sistema, como memoria y potencia de procesamiento, utilizados por Safari. Esto puede mejorar el rendimiento general del sistema, especialmente cuando Safari consumía recursos importantes debido a múltiples pestañas abiertas o contenido web pesado.
7. Cierra todas las extensiones o complementos de Safari asociados que estuvieron activos durante la sesión de navegación.
Es importante tener en cuenta que salir de Safari no elimina ningún dato guardado permanentemente, como marcadores o historial de navegación. Estos datos se conservarán y estarán disponibles cuando vuelvas a iniciar Safari.
Salir de Safari puede resultar útil en diversas situaciones, como solucionar problemas del sitio web, liberar recursos del sistema o simplemente finalizar por completo la sesión de navegación actual.