Sí, para los kernels Linux 2.4 generalmente se recomienda tener una partición de intercambio que tenga al menos la mitad del tamaño de la RAM física. Si bien Linux puede funcionar eficazmente con particiones de intercambio más pequeñas, tener un espacio de intercambio adecuado ayuda a garantizar un funcionamiento fluido del sistema, especialmente cuando se ejecutan aplicaciones que consumen mucha memoria o se manejan cargas de trabajo pesadas.