1. Servidor Ubuntu:
- Muy popular por su interfaz fácil de usar y su completo ecosistema de software.
- Ofrece versiones de soporte a largo plazo (LTS) con actualizaciones extendidas de seguridad y mantenimiento.
- Adecuado para diversas cargas de trabajo de servidores, incluido alojamiento web, bases de datos y uso compartido de archivos.
2. CentOS:
- Distribución de nivel empresarial basada en Red Hat Enterprise Linux.
- Conocido por sus características de estabilidad y seguridad, lo que lo hace adecuado para entornos de servidores críticos.
- Comúnmente utilizado para servicios de infraestructura, virtualización y computación en la nube.
3. Debian:
- Distribución estable y duradera conocida por su fiabilidad.
- Ofrece ramas estables y de prueba, brindando opciones para usuarios con diferentes requisitos.
- Adecuado para una variedad de casos de uso de servidores, incluidos servidores web, servidores de correo electrónico y servidores DNS.
4. Servidor Fedora:
- Distribución impulsada por la comunidad conocida por sus tecnologías de vanguardia.
- Ofrece actualizaciones frecuentes y acceso a las últimas versiones de software.
- Ideal para desarrolladores, entornos de prueba y quienes buscan una plataforma de servidor moderna.
5. Arco Linux:
- Arch Linux es una distribución ligera y de lanzamiento continuo conocida por su flexibilidad y personalización del usuario.
- Si bien puede que no sea la opción más amigable para principiantes, ofrece un control granular sobre el sistema y permite a los usuarios crear un entorno de servidor personalizado.
6. OpenSUSE:
- OpenSUSE es una distribución impulsada por la comunidad conocida por su estabilidad y facilidad de uso.
- Ofrece dos ediciones, Leap (estable) y Tumbleweed (rodante), brindando opciones para diferentes preferencias del usuario.
- OpenSUSE está diseñado para ser versátil y adecuado para una variedad de cargas de trabajo de servidores.