Diferentes estructuras de sistemas operativos :Windows y Linux se basan en diferentes núcleos de sistemas operativos. El kernel de Linux se basa en una arquitectura de kernel monolítica, mientras que Windows utiliza una arquitectura de microkernel. Esto significa que el kernel de Linux es una pieza única y grande de software que maneja todas las tareas del sistema operativo, mientras que el kernel de Windows se compone de múltiples componentes más pequeños que trabajan juntos para realizar diferentes tareas. Esta diferencia fundamental en la arquitectura dificulta que los programas de Linux se ejecuten en Windows.
Diferentes llamadas al sistema :Las llamadas al sistema son la forma en que los programas interactúan con el sistema operativo. Linux y Windows utilizan diferentes conjuntos de llamadas al sistema, por lo que los programas de Linux no pueden realizar las mismas llamadas al sistema que los programas de Windows. Esto significa que los programas de Linux deberían reescribirse para utilizar las llamadas al sistema de Windows y poder ejecutarse en Windows.
Diferentes formatos de archivo :Linux y Windows utilizan diferentes formatos de archivo para los programas ejecutables. Los programas de Linux generalmente se compilan en archivos ELF (formato ejecutable y vinculable), mientras que los programas de Windows generalmente se compilan en archivos PE (ejecutable portátil). Esto significa que Windows no puede ejecutar directamente los programas de Linux.
Diferentes bibliotecas :Linux y Windows utilizan diferentes conjuntos de bibliotecas. Los programas de Linux suelen estar vinculados con la biblioteca GNU C (glibc), mientras que los programas de Windows suelen estar vinculados con Microsoft C Runtime (MSVCRT). Esto significa que los programas de Linux deberían volver a compilarse con las bibliotecas de Windows para poder ejecutarse en Windows.
Además de estos desafíos técnicos, también existen desafíos legales que pueden impedir que los programas de Linux se ejecuten en Windows. Algunos programas de Linux se publican bajo la Licencia Pública General (GPL) de GNU, lo que requiere que cualquier versión modificada del programa también se publique bajo la GPL. Esto puede dificultar que los desarrolladores transfieran programas de Linux a Windows, ya que es posible que no puedan cumplir con los requisitos de la GPL.