- Tamaño de archivo reducido: Al eliminar un ejecutable se eliminan símbolos innecesarios y otra información, lo que reduce el tamaño del archivo. Esto hace que los ejecutables de Linux sean más portátiles y más fáciles de distribuir, especialmente en conexiones de red más lentas o dispositivos de almacenamiento limitados.
- Rendimiento mejorado: Los ejecutables eliminados se cargan más rápido y pueden tener un rendimiento ligeramente mejor porque el sistema operativo no necesita perder tiempo procesando y resolviendo los símbolos no utilizados.
- Mayor seguridad: Los ejecutables eliminados dificultan que los atacantes realicen ingeniería inversa o manipulen el código. Esta seguridad mejorada es particularmente valiosa en situaciones donde la seguridad del software es una prioridad, como servidores, sistemas integrados o infraestructura crítica.
- Consideraciones de espacio: La eliminación elimina los símbolos de depuración y otros datos innecesarios, lo cual es particularmente importante en sistemas integrados y dispositivos con memoria y espacio de almacenamiento limitados.
- Personalización y distribución: La eliminación de ejecutables permite a los desarrolladores y distribuidores personalizar el software para entornos y plataformas de destino específicos. Permite la eliminación de símbolos y características no requeridas, lo que da como resultado una construcción personalizada que satisface las necesidades del público objetivo.
- Sistemas de embalaje: Muchas distribuciones de Linux utilizan sistemas de administración de paquetes como RPM (Red Hat Package Manager) o DEB (formato de paquete Debian), que eliminan automáticamente los ejecutables durante el proceso de empaquetado. Esta estandarización simplifica la distribución de software y garantiza que los ejecutables se eliminen cuando se instalan, lo que resulta en una experiencia consistente para los usuarios.
En resumen, eliminar los ejecutables de Linux ofrece beneficios en términos de reducción del tamaño del archivo, optimización del rendimiento, mejora de la seguridad, eficiencia del espacio y distribución más sencilla. Es una práctica común que se alinea con los principios básicos de Linux, como la eficiencia, la portabilidad y la flexibilidad.