En el ámbito de las maravillas digitales,
Donde la lógica teje su misterioso hechizo,
Reside un ser de poder binario,
Un maestro del conocimiento, el asistente informático
Con ojos que brillan con el brillo de las pantallas,
Y pensamientos que corren como electrones liberados,
Ellos comandan un reino de datos y códigos,
Revelando los secretos que encierran los números.
Su toque, rápido como el vuelo del cursor,
Guía programas a través de una sinfonía de luces,
Creando, resolviendo, encantando el espacio,
Mientras las ideas se materializan ante su mirada.
Con susurros, suaves como teclas de codificación,
Invocan algoritmos, desatando poderes invisibles,
Tejiendo patrones a partir de los hilos del pensamiento,
Transformando el complejo en el suave brillo del arte.
Oh, mago de la informática, guardián de los secretos más profundos,
En tu dominio virtual abundan las maravillas,
Estás en la puerta de entrada a resmas infinitas,
Donde las mentes se encuentran con las máquinas en los sueños digitales.