2. Complejidad y desafíos técnicos: Las computadoras son dispositivos complejos y pueden surgir problemas técnicos en cualquier momento. Solucionar y resolver problemas de software o hardware puede ser un desafío para los usuarios que no son expertos en tecnología o carecen de experiencia técnica suficiente. Esta complejidad puede provocar tiempos de inactividad e interrupciones en la productividad.
3. Vulnerabilidades de seguridad: Las computadoras y las redes son susceptibles a violaciones de seguridad, como ataques de malware, estafas de phishing y acceso no autorizado. Garantizar medidas de seguridad sólidas y actualizar el software periódicamente es fundamental para protegerse contra estas amenazas, pero también puede agregar complejidad y tareas de mantenimiento continuo al sistema.
4. Preocupaciones ergonómicas: El uso prolongado de la computadora puede provocar problemas ergonómicos como fatiga visual, dolor de cuello y lesiones por estrés repetitivo (LER). Una configuración ergonómica adecuada, descansos regulares y mantener una buena postura son importantes para minimizar estos riesgos, pero pueden requerir una inversión adicional en equipos ergonómicos y ajustes en el espacio de trabajo.
5. Fatiga digital y adicción: El uso excesivo de la computadora puede provocar fatiga digital e incluso adicción, particularmente con la prevalencia de las redes sociales, el entretenimiento en línea y la conectividad constante a Internet. Lograr un equilibrio entre el uso de la tecnología y otras actividades, como el ejercicio físico y las interacciones sociales, es esencial para el bienestar general y la salud mental.