Si bien las computadoras pueden ayudar con tareas de escritura como la edición y la revisión gramatical, no causan inherentemente que las personas pierdan la habilidad de escribir. Las habilidades de escritura se desarrollan mediante la práctica, la lectura y la interacción con la palabra escrita. La responsabilidad de mantener las habilidades de escritura recae en los individuos, y el esfuerzo intencional y la atención a la comunicación escrita fomentan y mejoran estas habilidades. Por lo tanto, el uso de computadoras no conduce directamente a la pérdida de habilidades de escritura a menos que reemplacen la práctica y el aprendizaje constantes de la escritura.