- Mejore el rendimiento limpiando la memoria y cerrando procesos en segundo plano, lo que puede hacer que el teléfono funcione de manera más fluida y rápida.
- Actualice el sistema operativo y las aplicaciones instaladas, lo que puede corregir errores, agregar nuevas funciones y mejorar la seguridad.
- Resolver fallos menores de software o problemas que puedan haber surgido durante el uso.
Los reinicios también pueden ser útiles para solucionar problemas técnicos, que incluyen:
- Las aplicaciones fallan o se congelan inesperadamente.
- La batería se agota rápidamente.
- Problemas de carga.
- Problemas con la pantalla táctil.
- Problemas de conectividad Wi-Fi o Bluetooth.