1. Sea amigable y escuche:inicie la conversación siendo cortés y amigable. Anime al cliente a hablar y escuchar activamente.
2. Resuma y reconozca:repita las principales inquietudes y puntos clave del cliente. De esta manera, sabrán que usted está prestando atención y que realmente comprende su problema.
3. Establezca límites con cuidado:explíqueles que tiene un tiempo limitado y desea ayudarlos adecuadamente. Infórmele amablemente que debe concentrarse en el problema en cuestión para resolverlo de manera eficiente.
4. Haga preguntas específicas:guíe la conversación haciendo preguntas específicas sobre el problema. Esto ayuda a centrar la conversación y evita charlas innecesarias.
5. Resuma y repita:resuma periódicamente lo que el cliente ha compartido y solicite confirmación para asegurarse de que está en la misma página.
6. Resumen y conclusión:una vez que se resuelva el problema, resuma lo que discutió, proporcione una solución o los próximos pasos y agradezca al cliente por su tiempo. Esto le da un final claro a la conversación.
Recuerde, es fundamental encontrar un equilibrio entre escuchar al cliente y garantizar el progreso hacia la resolución de su problema.