1. Cifrado de datos:
* SSL/TLS (Secure seguridad de la capa de enchufes/capa de transporte): Esta es la base de la comunicación segura en Internet. Cifra los datos transmitidos entre el sitio web del banco y su dispositivo, asegurando que la información confidencial como los detalles de inicio de sesión y la información de la cuenta estén ocultas de los ojos indiscretos.
* AES (estándar de cifrado avanzado): Este es un poderoso algoritmo de cifrado utilizado para proteger los datos en reposo, lo que significa datos almacenados en servidores o bases de datos.
* PGP (bastante buena privacidad): Si bien es menos común en la banca convencional, PGP se puede usar para cifrar la comunicación confidencial como el correo electrónico, especialmente cuando se transfiere archivos grandes o documentos confidenciales.
2. Autenticación y control de acceso:
* Autenticación de dos factores (2fa): Esto agrega una capa adicional de seguridad al exigir a los usuarios que proporcionen dos formas diferentes de identificación, como una contraseña y un código enviado a su teléfono.
* Autenticación biométrica: El escaneo de huellas digitales, el reconocimiento facial y el escaneo de iris ofrecen una fuerte autenticación, lo que dificulta que las personas no autorizadas accedan a las cuentas.
* Control de acceso basado en roles (RBAC): Esto garantiza que los empleados solo tengan acceso a la información y los sistemas que necesitan para su rol de trabajo específico.
3. Seguridad de la red:
* firewalls: Actúa como una barrera entre la red del banco y el mundo exterior, bloqueando el acceso no autorizado y el tráfico malicioso.
* Sistemas de detección de intrusos (IDS) y sistemas de prevención de intrusos (IPS): Estos monitorean la actividad de la red para un comportamiento sospechoso y pueden tomar medidas para bloquear o alertar sobre posibles amenazas.
* VPN (red privada virtual): Crea una conexión segura y cifrada para que los empleados accedan a los sistemas bancarios de forma remota, asegurando la confidencialidad e integridad de los datos.
4. Prácticas y políticas de seguridad:
* Auditorías de seguridad regulares: Evaluaciones independientes para identificar vulnerabilidades y garantizar que los controles de seguridad sean efectivos.
* Capacitación de empleados: Conocer conciencia sobre las amenazas de ciberseguridad y las mejores prácticas para manejar información confidencial.
* Políticas de contraseña segura: Requerir contraseñas complejas y cambios de contraseña regulares para evitar el acceso no autorizado.
* Prevención de pérdida de datos (DLP): Las tecnologías para evitar que la información confidencial se filtre accidental o intencionalmente fuera del banco.
5. Detección y prevención de fraude:
* Sistemas de detección de fraude: Utilice algoritmos sofisticados para identificar y prevenir transacciones fraudulentas analizando patrones en la actividad de la cuenta y comparándolos con indicadores de fraude conocidos.
* Valor de verificación de tarjeta (CVV) y 3D Secure: Estos protocolos ayudan a autenticar a los titulares de tarjetas y minimizan el riesgo de transacciones en línea no autorizadas.
* Políticas contra el lavado de dinero (AML) y conoce a su cliente (KYC): Procedimientos estrictos para verificar las identidades de los clientes y evitar el lavado de dinero u otras actividades ilegales.
6. Mejora y adaptación continua:
* Los bancos monitorean constantemente amenazas y vulnerabilidades en evolución, actualizando medidas de seguridad e implementando nuevas tecnologías para mantenerse a la vanguardia del delito cibernético.
Es importante tener en cuenta que los bancos emplean una combinación de estos protocolos, adaptados a sus necesidades específicas y el tipo de servicios que ofrecen. También trabajan en estrecha colaboración con las agencias gubernamentales y los expertos en ciberseguridad para mantenerse al tanto de las amenazas y las mejores prácticas emergentes.