1. Resistencia a la manipulación: Los SAM suelen ser resistentes a la manipulación, lo que significa que están diseñados para resistir la manipulación física y brindar protección contra el acceso no autorizado. La función de resistencia a manipulaciones garantiza que la información confidencial almacenada en el SAM permanezca protegida, incluso en casos de ataques físicos.
2. Cifrado: Los SAM suelen emplear algoritmos de cifrado sólidos para cifrar datos confidenciales. Al cifrar los datos almacenados en el SAM o durante la transmisión, los SAM ayudan a proteger contra escuchas y acceso no autorizado a información crítica.
3. Almacenamiento seguro de claves: Los SAM proporcionan almacenamiento seguro para claves criptográficas, certificados y otros datos confidenciales. Incorporan compartimentos de memoria seguros y utilizan mecanismos de control de acceso para restringir el acceso no autorizado a estos elementos sensibles.
4. Autenticación y Autorización: Los SAM pueden desempeñar un papel en los procesos de autenticación y autorización. Pueden almacenar credenciales de usuario y validar identidades de usuario, asegurando que solo las personas autorizadas tengan acceso a los datos y servicios protegidos.
5. Cumplimiento normativo: Los SAM pueden ayudar a las organizaciones a cumplir diversos requisitos de cumplimiento normativo, como los impuestos por PCI DSS, HIPAA y GDPR. Proporcionan un manejo seguro y protección de datos confidenciales, lo que contribuye a los esfuerzos generales de cumplimiento normativo.
6. Gestión Centralizada: Los SAM suelen ofrecer capacidades de gestión centralizada, lo que permite a los administradores controlar y supervisar el acceso a datos confidenciales desde un único punto. Esta gestión centralizada simplifica la tarea de proteger múltiples sistemas y garantiza políticas de seguridad consistentes.
7. Escalabilidad: Los SAM están diseñados para ser escalables, lo que permite a las organizaciones adaptarse a las crecientes demandas de seguridad. Pueden integrarse fácilmente con la infraestructura de seguridad existente y admitir volúmenes de datos y poblaciones de usuarios en crecimiento.
8. Seguridad basada en hardware: Los SAM son soluciones de seguridad basadas en hardware, lo que significa que no son susceptibles a ataques basados en software. Su arquitectura de hardware dedicada mejora la seguridad general al aislar las funciones de seguridad del sistema principal.
9. Tolerancia a fallos: Los SAM están diseñados teniendo en cuenta la redundancia y la tolerancia a fallos. En caso de fallas de hardware o mal funcionamiento del sistema, los SAM pueden garantizar la continuidad del acceso a los datos protegidos y minimizar el tiempo de inactividad.
10. Auditorías de cumplimiento: Los SAM pueden facilitar las auditorías de cumplimiento al proporcionar registros e informes detallados sobre intentos de acceso, eventos de seguridad y otras actividades relevantes. Los auditores pueden aprovechar esta información para evaluar la postura de seguridad e identificar posibles vulnerabilidades.
Al incorporar un módulo de acceso seguro en su infraestructura de seguridad, las organizaciones pueden fortalecer sus medidas de seguridad, proteger la información confidencial y mejorar su postura general de seguridad, mitigando así los riesgos de acceso no autorizado, violaciones de datos y violaciones de seguridad.