1. Las direcciones MAC se falsifican fácilmente :Los atacantes pueden copiar o falsificar fácilmente las direcciones MAC. Esto significa que un atacante puede usar software para cambiar la dirección MAC de su dispositivo para que coincida con una de las direcciones MAC autorizadas en el filtro, evitando la restricción.
2. Gran número de dispositivos :En muchos casos, las redes inalámbricas tienen una gran cantidad de dispositivos autorizados que se conectan, incluidas computadoras portátiles, teléfonos inteligentes, impresoras, electrodomésticos inteligentes y más. Administrar y actualizar la lista de direcciones MAC autorizadas puede resultar desafiante y llevar mucho tiempo.
3. El filtrado MAC no previene otros ataques :El filtrado MAC solo controla qué dispositivos pueden conectarse a la red. No proporciona ninguna protección contra otros tipos de ataques, como escuchas, rastreos o ataques de denegación de servicio (DoS).
4. Falta de autenticación :El filtrado MAC no implica ningún mecanismo de autenticación. Los dispositivos con direcciones MAC autorizadas pueden conectarse sin proporcionar credenciales adicionales, lo que facilita a los atacantes obtener acceso una vez que han falsificado una dirección MAC.
5. Cifrado WPA2 y WPA3 :Los estándares Wi-Fi modernos como WPA2 y WPA3 proporcionan sólidos mecanismos de cifrado y autenticación que son mucho más efectivos para proteger las redes inalámbricas en comparación con el filtrado MAC solo. Estos protocolos utilizan contraseñas seguras y técnicas criptográficas para garantizar la privacidad e integridad de los datos, lo que hace mucho más difícil para los atacantes interceptar o modificar información confidencial.
Por lo tanto, si bien el filtrado MAC puede ofrecer un nivel básico de seguridad, no se debe confiar en él como la única medida de seguridad para proteger las redes inalámbricas. Debe combinarse con métodos de cifrado sólidos, contraseñas seguras y actualizaciones de seguridad periódicas para garantizar una protección integral de la red inalámbrica.