Las empresas suelen utilizar anticipos garantizados para financiar sus operaciones. También pueden ser utilizados por particulares para financiar grandes compras, como una casa o un coche. Los anticipos garantizados pueden ser una buena forma de obtener financiación porque normalmente tienen tasas de interés más bajas que los préstamos no garantizados. Sin embargo, también conllevan más riesgo, ya que el prestatario puede perder la garantía si no cumple con el préstamo.
Al considerar un anticipo garantizado, es importante comprender los términos del préstamo, incluida la tasa de interés, el calendario de pagos y las sanciones por incumplimiento. También es importante asegurarse de que el valor de la garantía sea suficiente para cubrir el importe del préstamo.