- Malware :Se trata de software malicioso que se puede instalar en un sitio web sin el conocimiento del usuario. Puede robar información personal, como contraseñas y números de tarjetas de crédito, o redirigir a los usuarios a sitios web maliciosos.
- Ataques de phishing :Son correos electrónicos o mensajes de texto fraudulentos que parecen provenir de una fuente legítima, como un banco o una agencia gubernamental. A menudo piden a los usuarios que hagan clic en un enlace o proporcionen información personal, que luego puede utilizarse para robar su identidad o su dinero.
- ataques DDoS :Estos son ataques distribuidos de denegación de servicio que pueden inundar un sitio web con tráfico e impedir que funcione correctamente. Pueden utilizarse para perturbar el negocio de un sitio web o para extorsionar a su propietario.
- Ataques de inyección SQL :Estos ataques aprovechan las vulnerabilidades en la base de datos de un sitio web para obtener acceso a información confidencial, como registros de clientes o datos financieros.
Para protegerse de estas amenazas, los propietarios de sitios web deben tomar una serie de precauciones de seguridad, como por ejemplo:
- Instalación de un certificado de seguridad.
- Usar contraseñas seguras
- Mantener el software actualizado
- Escanear en busca de malware regularmente
- Realizar copias de seguridad de los datos periódicamente
- Implementación de una red de entrega de contenidos (CDN)
- Usando un cortafuegos
- Seguimiento de la actividad del sitio web.
Al tomar estas precauciones, los propietarios de sitios web pueden ayudar a proteger sus sitios web de violaciones de seguridad y mantener segura la información de sus usuarios.