* Las CPU del enrutador están optimizadas para la eficiencia, no el rendimiento. Están diseñados para manejar tareas específicas (enrutamiento, firewalling, etc.) de manera eficiente, no para impulsar la máxima potencia de procesamiento. El overclocking probablemente conduciría a inestabilidad y sobrecalentamiento, no un aumento significativo de rendimiento.
* No BIOS ni utilidades de overclocking: Los enrutadores generalmente no tienen un BIOS o un software de overclocking dedicado como lo hacen las computadoras de escritorio.
* Control limitado sobre el hardware: El firmware que se ejecuta en un enrutador a menudo se bloquea, lo que limita la capacidad del usuario para hacer ajustes de hardware de bajo nivel.
* Mayor riesgo de daño: El overclocking sin el enfriamiento y la gestión de voltaje adecuados pueden dañar los componentes del enrutador.
Sin embargo, hay formas de mejorar el rendimiento del enrutador sin overclocking:
* Actualizar firmware: Las versiones de firmware más nuevas a menudo incluyen mejoras de rendimiento.
* Reducir el tráfico de red: Cierre aplicaciones y dispositivos no utilizados, especialmente aquellos que usan mucho ancho de banda.
* Optimizar la configuración: Configure la configuración de su enrutador para un rendimiento óptimo. Esto incluye ajustar la configuración de QoS, deshabilitar los servicios innecesarios y elegir el canal Wi-Fi derecho.
* Reemplace el enrutador: Si su enrutador es viejo o simplemente no lo suficientemente potente, considere reemplazarlo con un modelo más nuevo.
En conclusión, aunque no se recomienda el overclocking un enrutador y, en general, no es posible, aún puede optimizar su rendimiento utilizando varios métodos.