En las redes telefónicas terrestres convencionales, se utiliza la conmutación de circuitos. La conmutación de circuitos establece un circuito físico dedicado entre dos dispositivos de comunicación, y este circuito permanece activo mientras dura la llamada. Cuando se realiza una llamada, la central telefónica establece un circuito físico entre las líneas del abonado que llama y el llamado, lo que les permite comunicarse directamente entre sí. Este tipo de conmutación garantiza una conexión fiable y consistente, pero también significa que los recursos (como el ancho de banda y la capacidad del circuito) se reservan durante toda la llamada, incluso si hay períodos de silencio o inactividad.