Cuando un enrutador aprende dos rutas con métricas iguales hacia una red de destino a través del protocolo de enrutamiento RIP, equilibrará la carga de los paquetes entre las dos rutas. Esto significa que enviará paquetes a la red de destino utilizando ambas rutas, en forma circular. Esto ayuda a distribuir el tráfico de manera uniforme entre las dos rutas y garantiza que no haya un único punto de falla.
Si una de las rutas deja de estar disponible, el enrutador dejará de enviar paquetes a través de esa ruta y continuará utilizando la otra ruta. Esto garantiza que no se produzca ninguna interrupción en el flujo del tráfico, incluso si falla una de las rutas.