* menos interferencia: Las conexiones cableadas envían datos a través de cables, que están protegidos de la interferencia externa. Las señales inalámbricas, por otro lado, pueden verse afectadas por paredes, muebles, otros dispositivos electrónicos e incluso condiciones climáticas.
* ancho de banda dedicado: Las conexiones con cable, especialmente Ethernet, a menudo proporcionan ancho de banda dedicado, lo que significa que su conexión no se comparte con otros dispositivos. Las conexiones inalámbricas comparten ancho de banda con todos los demás dispositivos en la red, lo que puede ralentizar las velocidades de baja.
* Latencia más baja: La latencia se refiere a la demora entre enviar una solicitud y recibir una respuesta. Las conexiones cableadas generalmente tienen una latencia mucho menor que las conexiones inalámbricas, lo cual es crucial para actividades como juegos en línea y videollamadas.
Sin embargo, las conexiones inalámbricas tienen sus propias ventajas:
* Conveniencia y portabilidad: El beneficio más significativo es la libertad de moverse sin estar atado a un cable.
* Configuración fácil: Configurar una red inalámbrica es generalmente más fácil que ejecutar cables Ethernet en todo su hogar u oficina.
* Accesibilidad: Las conexiones inalámbricas permiten que múltiples dispositivos se conecten a Internet sin necesidad de un puerto físico.
En conclusión:
Si bien las conexiones inalámbricas ofrecen conveniencia y portabilidad, las conexiones con cable son superiores en términos de velocidad, confiabilidad y latencia para tareas exigentes. La mejor opción depende en última instancia de sus necesidades y prioridades específicas.