1. Conexiones de acceso telefónico: La conexión telefónica a Internet fue uno de los primeros métodos de acceso a Internet en el hogar. Requería un módem y una línea telefónica. Cuando un usuario quería conectarse a Internet, el módem establecía una conexión de acceso telefónico a través de la línea telefónica, de ahí el nombre "acceso telefónico". Las conexiones de acceso telefónico eran lentas, con velocidades que normalmente oscilaban entre 28,8 kilobits por segundo (kbps) y 56 kbps.
2. Conexiones Ethernet: Ethernet es una tecnología de red de área local (LAN) cableada que permite que las computadoras y otros dispositivos se conecten a una red mediante cables. Las conexiones Ethernet ofrecían velocidades significativamente más rápidas que las de acceso telefónico, alcanzando hasta 10 megabits por segundo (Mbps) para Fast Ethernet y 100 Mbps para Gigabit Ethernet.
3. Internet por cable: Internet por cable utiliza la infraestructura de televisión por cable existente para brindar servicio de Internet de alta velocidad. Los módems por cable se conectan a una línea de televisión por cable y brindan acceso a Internet a velocidades que pueden variar desde varios megabits por segundo hasta más de un gigabit por segundo.
Otras tecnologías alternativas: Además de las conexiones por cable, la gente también utilizaba tecnologías alternativas para acceder a Internet antes de la llegada del Wi-Fi:
1. Internet por satélite: Internet por satélite utiliza satélites que orbitan la Tierra para transmitir datos. Puede ser una opción en áreas remotas donde las conexiones por cable no están disponibles. Internet satelital tiene una mayor latencia (retraso) en comparación con las conexiones por cable, lo que afecta las aplicaciones en tiempo real como los juegos y las videoconferencias.
2. Internet móvil: Internet móvil se refiere al acceso a Internet a través de dispositivos móviles, como teléfonos y computadoras portátiles, que utilizan redes celulares. Internet móvil ha evolucionado a lo largo de los años, con tecnologías como 3G y 4G (LTE) que ofrecen velocidades más rápidas.
Wi-Fi (abreviatura de Wireless Fidelity) surgió a finales de la década de 1990 y revolucionó la forma en que las personas se conectaban a Internet. Introdujo la conectividad inalámbrica dentro de un rango definido, permitiendo que varios dispositivos se conecten a Internet simultáneamente sin necesidad de cables físicos. Desde entonces, Wi-Fi se ha vuelto omnipresente en hogares, oficinas, espacios públicos y diversos dispositivos, brindando un acceso conveniente y flexible a Internet.